domingo, 19 de abril de 2009

SABADO SANTO

La primera en abrir el día de hoy será la Hermandad de los Servitas que nos llega desde la Plaza de San Marcos.
















Real, Ilustre y Venerable Hermandad de Nazarenos y Primitiva Cofradía Servita de Nuestra Señora de los Dolores, Santísimo Cristo de la Providencia, María Santísima de la Soledad y San Marcos Evangelista

El origen de la Cofradía Servitas se remonta a la Penitencia de los Siete Dolores, fundada en el Convento de los Dominicos de Santo Domingo de Porta-Coeli en el año 1490. Esta Real Cofradía se agregó a la Venerable Orden Servitas, con aprobación de su Santidad el Papa Alejandro VI, el 25 de noviembre de 1495. Trasladada posteriormente al Convento San Pablo, se fusionó con la Hermandad de la Virgen de la Antigua, labrando después Capilla propia cercana al citado Convento.
Posteriormente, al encontrarse esta Hermandad casi extinguida, varios hermanos de la misma se trasladaron a la Iglesia Parroquial del Evangelista San Marcos, rindieron culto a un grupo escultórico en talla de proporciones reducidas, que aún conserva la Hermandad, y así se constituyó como Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores en la citada Parroquia.
En 1730 y ante la necesidad de poseer imágenes para sacarlas en su recorrido procesional, les hicieron el encargó al escultor José Montes de Oca, discípulo de Pedro Roldán, del misterio para el paso de esta Cofradía.
Continuó viviendo en su esplendor celebrando Solemnes Cultos y efectuando obras de caridad entre los vecinos del barrio, hasta que en el primer cuarto del presente siglo, decayó su vida corporativa, al ser saqueados casi en su totalidad, en los días tristes de la pasada guerra de 1936, quemándose en el incendio de San Marcos su segundo "paso", que era de menor tamaño que el anterior y de estilo gótico, ornamentos y objetos que se usaban para el culto de dicha Parroquia. En 1.950 un grupo de hermanos y devotos decidieron reactivar la vida de la hermandad.
El día 26 de Noviembre de 1967 y el Convento de Santa Isabel, fue bendecida la imagen de la Santísima Virgen de la Soledad obra de Antonio Dubé de Luque y en 1971, se le autoriza a esta Cofradía a realizar su Estación de Penitencia en la tarde del Sábado Santo a la Santa Iglesia Catedral. Estación que efectuó desde la citada fecha acompañando a Nuestra Señora de los Dolores con el cuerpo muerto de Cristo de la Providencia en su regazo y el 6 de Febrero de 1.981 se autorizó la salida procesional de María Santísima de la Soledad.

El misterio representa el pasaje de la Piedad, con la Virgen de los Dolores al pie de la cruz, sosteniendo en su regazo a Jesús muerto.
Ante su Cruz de Guía lleva Capilla Musical y su paso es de madera noble, siendo iluminado por cuatro faroles plateados, la Virgen lleva corona en oro y plata, realizada en 1998. El manto es de terciopelo negro, con bordados realizados por el convento de Santa Isabel, en 1975. Va exornado con claveles rojos y le acompaña la Banda de Nuestra Señora del Águila de Alcalá entrando en Campana a los sones de "Mater mia".

El palio tiene orfebrería plateada. La Virgen luce corona de plata dorada, con escudo en oro, realizada en 1987. El palio es en terciopelo granate, está bordado en oro. En febrero de 2009 se ha estrenado un nuevo manto elaborado en el taller de Jesús Rosado de Écija, siguiendo el diseño del hermano Antonio Joaquín Dubé de Luque.
Va exornado con rosas pequeñas blancas y le acompaña la Banda Municipal de Coria entrando en Campana al son de "Cierva de tu dolor".


Pontificia, Real y Muy Ilustre Hermandad Sacramental y Archicofradía de Nazarenos del Sagrado Decreto de la Santísima Trinidad, Santísimo Cristo de las Cinco Llagas, María Santísima de la Concepción, Nuestra Señora de la Esperanza y San Juan Bosco.

Un grupo de hortelanos, la funda en el sevillano Convento de la Trinidad, en 1507. Se le une la Sacramental de Santa Lucía en el siglo XIX, lugar donde reside desde 1810 hasta 1818, año en el que vuelve a su templo. El paso alegórico del Sagrado Decreto, dejó de salir hasta 1994, que se reincorpora con nuevo paso. Las primeras Reglas en poder de la Hermandad fueron aprobadas por el Provisor el 18 de mayo de 1555; no obstante existe un documento fechado en 28 de Abril de 1507 en el que el provincial y Vicario de la Orden de la Santísima Trinidad aprobaban sus Reglas y Estatutos.
Concurrió al traslado de la Imagen de la Virgen de los Reyes y restos mortales de San Fernando a su nueva Capilla en 14 de junio de 1579 entre las 26 que asistieron, ocupando el lugar número 17. Durante la invasión francesa se tuvo que trasladar a la Parroquia de Santa Lucía, por haber ocupado el invasor la Iglesia en que residía.
Tradicionalmente, y desde al menos el siglo XVIII y hasta el año 1951, sacaba en su Estación de Penitencia el paso alegórico del "Sagrado Decreto de la Santísima Trinidad" de hondo sentido teologal y que nuevamente desde 1994, se ha recuperado para la Semana Santa de Sevilla, incorporándose desde entonces a la Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral.

En la testera del paso, sobre trono de nubes, se ven las tres Personas que forman la Santísima Trinidad:
- El Padre, que decreta la entrega de su Hijo para que mediante su sacrificio en la Cruz y su Resurrección Gloriosa, la Humanidad sea redimida. Su mano izquierda, sobre el pecho, en gesto paternal y dolorido. Su mano diestra señala el mundo,
- Cristo, que soporta sobre su hombro izquierdo una Cruz arbórea de amplias proporciones, cuyo extremo inferior descansa sobre el Mundo.
- El Espíritu Santo, Divina Paloma, se yergue con las alas desplegadas a modo de amparo y protección de la humanidad.
- Al lado del Hijo se representa la Sinagoga, bajo la apariencia de mujer madura dormida, que junto a los Pies de Cristo, descansa su cabeza sobre su brazo izquierdo, recibe la Sangre derramada en su Pasión y Muerte, denotando así el estado de sombras y sueños de la sinagoga, de la que despertará como la Iglesia de Cristo que triunfa y se expande por la faz de la tierra.
- Tras la Santísima Trinidad, al lateral izquierdo de la imagen de Dios Padre, y tras Él, está la efigie representativa de la Fe, mujer joven y dinámica, para que de esa manera se manifieste que nuestra Fe no es fría, ni distante, sino que es necesaria. Sus ojos levemente vendados, porque la Fe no es ciega, sino que hay que razonarla, reflexionar y ahondar en ella, se dirige abiertamente al pueblo, mirando hacia el exterior del paso, mostrando y remitiendo a todos al señalar con su mano izquierda, el momento trascendental que se representa como fundamento de nuestras creencias.
- Al frente, en primer lugar y en su lateral derecho, el Arcángel San Miguel, hiere con una lanza al pecado, representado por la serpiente bíblica, como alegoría a la exclusión del mal y su inaccesibilidad a cuanto rodea a la Divinidad Redentora.
- Tras él, los cuatro Padres de la Iglesia Latina, que fueron los que la ilustraron acerca de los misterios de nuestra redención: San Gregorio, San Ambrosio, San Agustín y San Jerónimo. Entre ellos, figura un pequeño ángel que simboliza el Amor Divino y lanza su dardo al costado de Cristo.
- En la parte posterior, y sobre la nube en la que se asienta los Tronos aparecen dos querubes en actitud de alabanza a Dios y en sus manos, en ademán de exaltación de los símbolos, uno porta una palma, por el sacrificio de las persecuciones a la que la Iglesia se ha visto sometida a lo largo de la historia y, el otro, como complemento, una Cruz como representación de su triunfo sobre la tierra.

La figura de Dios-Hijo la realizó Emilio Pizarro en 1913, la de la Dios-Padre se atribuye al círculo de Juan de Mesa, la de Dios Espíritu Santo es obra de José Antonio Bravo. El imaginero contemporáneo Antonio J. Dubé de Luque es el director artístico de la armonización del conjunto quien, a su vez, ha realizado las figuras de: San Gregorio en 1994, San Ambrosio en 1995, San Agustín y la Fe ambas en 1996 y San Jerónimo en 1997, la Iglesia dormida es obra de Miguel González de 1939, y las del Ángel pequeño y dragón bíblico fueron realizadas por Rodríguez Magaña en 1907. Y de autor desconocido el Arcángel San Miguel que figura en el frente del paso.
Va exornado con flores grandes de color rojo y le acompaña la Banda de Cornetas de Las Cigarreras entrando en Campana a los sones de "Réquiem" con tambores destemplaos por el fallecimiento del Hermano Mayor y "Sagrado Decreto".

En el segundo paso vemos a Cristo clavado en la Cruz en el momento de su descendimiento de la misma, obra de Luis Alvárez Duarte del año 2002 con las escaleras en donde se encuentran el Santo Varón Nicodemus, obra del imaginero Antonio J. Dubé de Luque de 1998 y, al pie de La Cruz, José de Arimatea, realizado por Rodríguez Magaña. A ambos lados, San Juan, de autor desconocido pero de alto valor artístico, y la Virgen de la Concepción, ésta última realizada por Antonio Bidón en 1958 y, en el frontal, María Magdalena, María Cleofás, y María Salomé realizadas por Manuel Flicchi y Rodríguez Magaña, sosteniendo en sus manos el Santo Sudario.
El paso va exornado con claveles rojos y lirios morados y le acompaña la Banda de las Tres Caídas entrando en Campana a los sones de "La Pasión" y "Ay quedó".

El paso de palio figura Nuestra Señora de la Esperanza, realizada por Juan de Astorga en 1820, considerada como una de las más bellas Dolorosas que procesionan en nuestra Semana Santa en paso de palio, que actualmente cuenta con bordados de techo y bambalinas en terciopelo verde de 1945, manto de salida diseñado por Antonio Garduño Navas.
Este año en la delantera del paso de palio va la vara cruzada del Hermano Mayor que falleció hace apenas unos días. Va adornado con flores pequeñas blancas y le acompaña la Sociedad Filarmónica Ntra. Sra. de la Oliva de Salteras entrando en Campana a los sones de "Esperanza de la Trinidad Coronada".























Real Hermandad Sacramental del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, Triunfo de la Santa Cruz y María Santísima de Villaviciosa

El Rey San Fernando, tuvo el honor de eregir y crear esta hermandad, motivado por el hallazgo de una primitiva efigie del Señor Yacente entre dos paredes de una casa del barrio de los Humeros, en donde edificó una Capilla denominada del Monte Calvario, inmediato a la Puerta Real. En este caso la Hermandad tendría su origen en el siglo XIII, pero nada hay que constate esa realidad, tratándose simplemente de una piadosa tradición que se ha alargado hasta nuestros días.
Se considera fundada hacia 1570, en el convento de San Laureano de los Humeros, pero al cerrarse éste, en 1810 las imágenes estuvieron en varios templos. Más claro está la fundación de la Hermandad de Nuestra Señora de Villaviciosa, la cual estaría fundada alrededor de 1582, según consta en la obra "Religiosas Estaciones" del Abad Gordillo. La Hermandad de Nuestra Señora de Villaviciosa nada tuvo que ver con la del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo hasta que la de Villaviciosa se traslada al Oratorio de Colón, donde residía entonces la del Santo Entierro.
Tras años de fuerte declive en el seno de la Corporación, en 1940 se reorganizó la Hermandad, aprobándoseles nuevas Reglas y se volvió a efectuar la Estación de Penitencia, que no se efectuaba desde 1930, año en el que el cortejo estuvo presidido por Su Majestad don Alfonso XIII, siguiendo la costumbre de su predecesores en la Corona: Isabel II y Alfonso XII, éste último en el año de 1877 y es que las salidas procesionales de la Hermandad del Santo Entierro nunca fueron seguidas, teniendo éstas un carácter intermitente.
La salida penitencial fue anual desde el año 1956 y se eligió el Sábado Santo para ello.

El paso alegórico representa el triunfo cristiano de la cruz sobre la muerte, simbolizado por un esqueleto meditabundo, sentado sobre un globo terráqueo y junto a él, un dragón abatido, que representa al pecado, con un sudario blanco y otro negro en la cruz. Su autor fue Antonio de Quirós en 1693 y recompuesta por Juan de Astorga entre 1829 y 1830. El paso es neogótico, dorado, iluminado por cuatro velas en candeleros y va exornado con hiedras y cardos y le acompaña una Capilla Musical. En Sevilla se le conoce como el "paso de la Canina".
Tras este paso van las representaciones de todas las Hermandades que han procesionado a la Santa Iglesia Catedral.

En el segundo va el Cristo Yacente muerto en el interior de una urna de cristal que es atribuida a Juan de Mesa del primer tercio del siglo XVII.
Su paso es neogótico, iluminado por candelabros de guardabrisas, con San Pedro Nolasco, San Laureano, San Gregorio Magno y San Fernando tallados en cada una de las esquinas. Tiene talla en los respiraderos y Urna, con capillas y relieves. Va exornado con flores rojas y le acompaña una escolta de soldados vestidos de romanos y un grupo de niños portando todos los atributos de la Pasión.
Tras el paso viene la Banda Municipal de Sevilla entrando en Campana a los sones de "Jesús Nazareno". Y tras este paso una representación de todos los cuerpos civiles, militares y religiosos de nuestra ciudad.

En el tercer paso la Virgen de Villaviciosa con San Juan, las Tres Marías y los Santos Varones en actitud de expresarles su dolor.
La imagen de Nuestra Señora fue realizada por Antonio de Quirós en 1693. Las figuras de San Juan, las Tres Marías y los Santos Varones son realizadas en 1829.
Su paso es neogótico, dorado, iluminado por candelabros de guardabrisas y va exornado con flores pequeñas de varios tipos y colores.
Le acompaña la Banda de Musíca del Ejercito del Aire, cada año le acompaña uno de los tres ejércitos, Tierra, Aire y Mar.
En esta Hermandad el cargo de Hermano Mayor lo ostenta el Rey de España.





















Pontificia y Real Hermandad Sacramental, Nuestra Señora de Roca Amador, Ánimas Benditas, Beato Marcelo Spínola y Primitiva Cofradía de Nazarenos de María Santísima en su Soledad

El primer dato documentado es del año 1549 que sitúa a la Hermandad de la Soledad en el Monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos, hoy parroquia de San Benito, desde donde hacía estación al templete de la Cruz del Campo. Allí continuaba en 1557 año de la aprobación de las primeras Reglas, que marcarían la antigüedad en el riguroso orden que debían guardar las Cofradías en las procesiones generales de aquel tiempo y que las hermandades defendieron con tanto celo. Tras pasar breves estancias en las iglesias del convento de Santiago de la Espada o de los Caballeros, donde se encuentra en 1561, y del Hospital del Amor de Dios hacia 1568, se estableció definitivamente en 1575 en el monasterio del Carmen Calzado de Sevilla, siendo este hecho refrendado por Gregorio XIII en 1584 mediante Bula Pontificia.
La hermandad salía en un principio en la noche del Jueves Santo y luego en la Madrugada del Viernes Santo, pero pasó a la tarde de este día en 1567 cerrando desde entonces la Semana Santa sevillana. En la procesión de dicho día llevaba unas parihuelas con una cruz desnuda sobre su calvario, unas andas con un Cristo Yacente en su sepulcro y por último el paso con la Virgen de la Soledad sin palio ni cubierta alguna. En el regreso de la estación de penitencia, se dejaba el paso del Entierro de Cristo en el cercano convento del Dulce Nombre de Jesús en la calle Baños y la Virgen regresaba a su capilla.
En el cambio de siglo se efectuaría la estación de penitencia ya sólo con el paso de la Cruz y de la Virgen, estrenando el Viernes Santo de 1606 un paso de palio, hecho histórico por ser la primera dolorosa sevillana en salir de esta manera. Este paso se enriquecería posteriormente con varales y otros objetos de plata. El paso de la Cruz sufrió una importante transformación en 1631 al efectuar nuevas andas Alonso Cano, quizás la única obra que se conoce del artista granadino para una cofradía sevillana.
La invasión francesa de Sevilla en 1810, y la conversión de la capilla de la Soledad en establo del cuartel después, puso punto y final a un estado de progresiva decadencia corporativa. La imagen de la Virgen pasó por varios oratorios particulares hasta ser depositada en la parroquia de San Miguel. En estos oscuros años desaparecieron todas las alhajas y los más de mil kilos de plata que la piedad de los sevillanos fue entregando a la venerada imagen durante siglos de devoción.
En 1860 el tesón de varias personas, consiguió volver a sacar la Cofradía el Viernes Santo. En San Miguel residió hasta 1868, hasta que se cerró el templo y se decretó su derribo, llegando en 1868 a San Lorenzo.
Desde mediados del siglo XVI la Hermandad de la Soledad ha venido cerrando la Semana Santa sevillana. Hasta 1956 procesionaba en último lugar el Viernes Santo. Con la reforma litúrgica pasó a cerrar las Cofradías de la nómina del Sábado Santo.

Es un único paso que representa a la Virgen en su soledad, al pie de la cruz, que tiene un sudario. La talla de la Virgen es de origen anónimo de finales del siglo XVI, en principio estaba arrodillada. El paso es neobarroco, dorado, con doble iluminación por candelabros de guardabrisas y candelería de plata. El dorado es realizado en 1951. En las esquinas lleva ángeles mancebos del siglo XVII. La Virgen lleva diadema de oro de ley realizada en 1978, en sus manos porta la Corona de Espinas de su Hijo. La saya está bordada y el manto es de terciopelo negro bordado en oro. Su paso va exornado con flores blancas y lirios morados y entra en Campana en silencio.



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