sábado, 5 de diciembre de 2009

BARRIENDO MI CASA


Como la Cenicienta barriendo la casa después de tantos meses cerradas mis puertas, así me encuentro ahora, pero hoy las abro de nuevo y os recibo con mis mejores galas a todo aquél que se quiera dar un paseito por ella.
Han sido unos meses de estudio, aunque aún no los he terminado, pero si os puedo adelantar que todos los exámenes que he realizado han sido aprobados.
De bastantes pruebas diagnósticas, más de un año de baja y aún sigo, tampoco estas han concluido y de una pequeña operación de la cual aún me queda alguna que otra cicatriz, aunque son pequeñas.
Volveré de nuevo a contaros mis historias, mis viajes de los cuales algunos quedaron en el tintero, a contar el día de día de la vida, los buenos y los malos momentos, lo que me hace sentir feliz y lo que no, mis sueños y mis aspiraciones, a veces difíciles de conseguir, pero yo, lo sigo intentando.
Simplemente me queda por deciros, bienvenidos de nuevo a mi casa.

sábado, 15 de agosto de 2009

HASTA PRONTO


A partir de hoy, día 15 de agosto mis puertas permanecerán cerradas y no se aún cuando volverán a abrirse.

No os dejo del todo, intentaré en la medida de lo posible poder entrar en vuestras casas, aunque algunas veces lo haré sin avisar y en otras podréis comprobar que he estado por la huella dejada.

El motivo principal de este cierre temporal es sacar más tiempo para descansar y sobre todo para dedicarle más horas a mis estudios, de los cuales os puedo dar una noticia, el primer examen que he realizado sobre siete temas a desarrollar he sacado una nota media de 8,57. que no está nada mal al menos para mí.

Sé que volveré pero por ahora no os puedo dar ninguna fecha en concreto, os echaré de menos........ a los que algún día me hicieron llorar, a los que me hicieron reír, a los que conocí una noche ante las puertas de la Iglesia de Santa Catalina, con los que tomé una copa hace ya algún tiempo, los que me ayudaron con mis problemas informáticos, a aquellos que desde la distancia de otras tierras pasaron por mi casa, a todos, en definitiva MUCHAS GRACIAS

sábado, 1 de agosto de 2009

RECUERDOS DE NIÑEZ

En esta imagen aún no había nacido Miguel



Nací un 4 de diciembre de hace ya bastantes años en la Clinica de la Esperanza y traía bastante prisa por conocer el mundo ya que nací con los pies por delante.
Que sorpresa me llevé cuando pasados unos días me llevaron a la casa en la que viviría y me encontré que tenía ya cinco hermanos con los que jugar, aunque yo no sería la última de esta gran familia, ya que a los cinco años de mi nacimiento llegaría mi hermano Miguel.

Vivíamos en la calle Caballerizas. Mis abuelos y mis tios en la primera planta y nosotros en la segunda. Fui como mis hermanas al colegio de La Doctrina Cristiana ubicado en la calle Guzman el Bueno, donde una hermana de mi tio era monja y de vez en cuando, tras el almuerzo, me llevaba a su habitación y me dormía la siesta.

A la salida del colegio, cuando nuestros padres nos recogian nos compraban una pieza de pan con alguna onza de chocolate en una pequeña panaderia que se encontraba frente al colegio. ¡Cuanto han cambiado las cosas!. Ahora se ve a los niños merendar algún producto fabricado hace ya días y con una gran cantidad de ingredientes.

Al ser la más pequeña de mis hermanas nunca estrené uniforme del colegio, siempre iban heredando los de mis hermanas, pero hice algo que ellas no. Me escogieron en el colegio entre muchas niñas para hacer un pase de modelos en la inauguración de unos grandes almacenes, -imaginaos como sería ahora de modelo-.

En el colegio con dos de mis hermanas


Lo pasábamos bien al ser tantos hermanos, pero cuando uno caía con gripe u otra enfermedad parecida, caíamos los demás y a mi madre le faltaban manos para cuidarnos.
Todos pasamos el sarampión. Mi hermano Miguel se metía con nosotras en la cama y teníamos que llamar a nuestra madre y decirle: "¡Mamá, que el chico está metido en la cama con nosotras, ven a sacarlo!". Pero no se contagió.

Sin duda, lo mejor eran los domingos de playa. Solían venir nuestros tios y nuestros primos. Nos levantaban al amanecer y tardábamos horas en llegar ya que para que el coche no se calentara había que parar para echarle agua y de camino para desayunar. La vuelta era la peor, cuando volvíamos quemados por el sol: "no me roces que me duele, echate para allá, mamá que este me está tocando".

También en verano nos llevaban a la antigua carretera de la esclusa. Nos subían al techo del coche junto a una morera y nos atiborrábamos de comer moras. ¡Qué ricas que estaban!. Otras días. sobre todo los domingos, dábamos una vuelta por la Plaza de España, donde nos tomábamos un helado e íbamos a darle de comer a las palomas.



En Semana Santa teníamos sillas en la calle Sierpes y mi madre siempre iba cargada con nuestros bocadillos para la merienda. No nos perdíamos ni una. Todos los años veíamos quien hacía la bola más grande de cera, que despues mi madre utilizaría para que no se le pegara la plancha, ya que aún no existian las planchas a vapor.
Mis hermanos salían en San Esteban, de la que mi abuelo fue uno de sus primeros fundadores, y donde aún hoy día sigue saliendo Miguel.




Pidiéndole antes de salir caramelos a mi hermano



¿Y la Feria? no faltabamos ni un día. En esos años permitian llevar la comida de casa y mi madre se llevaba toda la mañana haciendo tortillas, filetes, etc para que no nos faltara de nada. La Feria estaba en el Prado de San Sebastian y mi padre entraba con el coche hasta la altura de la caseta a la que íbamos y a la voz de "¡ya!" todos nos bajábamos corriendo del coche y nos metíamos en la caseta. Era raro el día que no pasaba un policia preguntando de quién era ese coche, pero al final se marchaba sin hacer nada. Nunca supieron quien era el dueño.

En la Feria




Recuerdo el día que nació Miguel, muy tempranito nos despertó mi padre comunicándonos que ya teníamos un nuevo hermanito, mi madre se encontraba en el piso de abajo con mi abuela. Era gordito, con mucho pelo, pero no me dejaban cogerlo no se me fuera a caer.

Ese día fuimos mi abuelo, mi padre, uno de mis hermanos y yo a Villafranca del Guadalquivir a comprar carne para celebrar el nacimiento y despues a la Plaza de Abastos de Triana.
Han pasado ya muchos años pero lo recuerdo como si fuera ayer.Pero mi abuelo murió. Tengo vagos recuerdos de su muerte, pero si recuerdo que todas las tardes acudían las vecinas a la casa y entonces no se podía jugar, teníamos que estar en silencio y rezar el rosario, costumbre que quedó perdida con el tiempo.

Siempre había en casa alguna celebración, como una Comunión, el santo de alguno de nosotros y entonces nos juntábamos muchos ya que venía toda la familia.









Antes de las Navidades, mi madre le compraba un pavo a un hombre que vendía semanalmente huevos por las casas, y lo dejábamos en la azotea. Todos los días subíamos a darle de comer, pero había que tener mucho cuidado pues daba cada picotazo que ni te cuento y cuando llegaba el día que había que matarlo ya en Navidad, más de uno nos echábamos a llorar.
También en la azotea en un antiguo lavadero mi hermano mayor creó un palomar, tenía muchas palomas y cuando ponían huevos nos permitia entrar con él para ver a los polluelos que habían nacido, pero ¡ojo! no podíamos tocarlos.

Pasaron los años, fuimos creciendo y ya cada uno de nosotros tomamos caminos diferentes, aunque mi hermano Miguel y yo estuvimos bastantes años saliendo juntos, teníamos muchos amigos en común. Pero eso ya es otra historia.

Continuará ..........................

Nota del autor: en todas las fotos yo soy la más pequeñita

jueves, 2 de julio de 2009

NOS VAMOS PARA ITALIA (final)


De Génova no nos dió tiempo a visitar mucho ya que nos quedaban pocas horas disponibles en el día y en muchos ya se notaba el cansancio, pero dimos un paseo por su puerto que es el primero de Italia y el segundo en importancia del Mar Mediterráneo después del de Marsella, en donde pudimos admirar el Faro llamado Torre de la Lanterna, símbolo de la ciudad.

Los principales rasgos del centro de Génova incluyen la Piazza de Ferrari, proyectada en la segunda mitad del siglo XIX, alrededor de la cual se encuentran la Ópera y el Palacio Ducal. Hay también una casa en la que se dice que nació Cristóbal Colón.
La Strade Nuove o Via Garibaldi, en la antigua ciudad, que fue inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial en 2006.












Otros lugares de interés de la ciudad son la Catedral de San Lorenzo que fue reconstruida entre los siglos XI y XII que conserva parte de la estructura de la iglesia románica sobre la que se edificó, destacando su fachada en mármol blanco y negro. En su sacristia alberga un museo y entre sus reliquias destaca la copa que utilizó Jesus en la Ultima Cena y la bandeja de plata supuestamente utilizada por Salomé para mostrar la cabeza de San Juan Bautista.
También es muy famoso el cementerio de Staglieno por sus grandes monumentos y estatuas.







De los hoteles en los que nos alojamos en Génova mejor ni hablar, eran casi como los de Niza, malísimos, pero ya nos daba igual dormir en una cama como en el suelo, el caso era descansar algo.

El día 2 de enero salíamos muy temprano de la última ciudad italiana, cruzando ese mismo día tanto la frontera italiana como la francesa, llegando a Barcelona a eso de las 21 horas aproximadamente. Los cantes se volvian a suceder en los diferentes autobuses mientras gritábamos una y otra vez: ¡ya no hay que comer pizzas ni pagar en liras!

Ya no teníamos prisa por nada. Recuerdo que un gran grupo nos fuimos a dar un paseo por Barcelona terminando en un Burger. Ni os imaginais la cara del encargado cuando nos vió entrar por las puertas. No daba abasto para atendernos.

A las seis de la mañana salímos de Barcelona rumbo a nuestra querida ciudad de Sevilla, a la que llegaríamos a eso de las doce de la noche. En todos los rostros se reflejaba el cansancio, pero traíamos el corazón lleno de alegria.
Los jóvenes cofrades de Sevilla habíamos alcanzado nuestra meta: Peregrinar a Roma, Ganar el Jubileo del año Santo y estar junto al Vicario de Cristo.

Y tras esta peregrinación, algunos de nosotros en nuestras diferentes Hermandades fuimos invitados por la Junta de Gobierno para dar una charla sobre las impresiones y las vivencias en esos días. Entre estas personas me encuentro yo, ya que a petición del Hermano Mayor de mi Hermandad di una pequeña charla sobre este viaje, obsequiándome los miembros de la Junta con un pequeño detalle.

miércoles, 24 de junio de 2009

NOS VAMOS PARA ITALIA (cont. 5)


El día 31 de diciembre saliamos de Roma con destino a la ciudad de Florencia en donde tras el almuerzo visitaríamos una de las ciudades que personalmente más me gustaron.
Situada en torno al río Arno, es conocida mundialmente por haber sido la cuna donde se desarrolló el Renacimiento desde finales del siglo XIV en adelante. Es la ciudad del mundo que posee más obras pictóricas y arquitectónicas del Renacimiento. Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982.

Increible fue perderse por sus calles. En cualquier esquina te salía al paso un monumento, un palacio, un museo.
Y tras esta visita continuamos el viaje hacia Venecia, lugar esperado por muchos. Fué en la famosa ciudad de los canales, donde pasamos el Fin de Año.
A Venecia llegamos a última hora de la tarde y esa noche en el hotel donde yo me alojaba, situado en un pueblecito muy cercano llamado Monastier de Treviso, se realizaría la Fiesta de Fin de Año de todos los componentes de este viaje.

De la fiesta os puedo contar que había una orquesta bastante mediocre, pero mi hermano Miguel y varios más se subieron al escenario que habían montado y comenzaron a cantar. Los componentes de la orquesta, aburridos terminaron marchándose.
Un poco antes de las doce de la noche nos dirigimos a un comedor en donde nos pusieron un plato de lentejas y un trozo de bizcocho que es la tradición en Italia, aunque algunos pudimos comprar tambien uvas en algunos establecimientos que encontramos.
Tampoco sé cómo pero cuando el cansancio ya hizo mella en muchos y se fueron a dormir, varios de nosotros incluida yo, como no, conseguimos las llaves de sus habitaciones y entrábamos a despertarlos asustándolos.
Recuerdo que el recepcionista, cada vez que le pedia la copia de una llave, me miraba con una cara como diciendo: ¡que le pasará a ésta, que pierde todas las llaves!.

Por la mañana no podíamos con nuestro cuerpo, toda la noche de marcha y sin dormir más el cansancio acumulado del resto de los dias era ya mucho, pero había que ir a visitar Venecia que está situada sobre un conjunto de islas que se extiende en una laguna pantanosa en el mar Adriático, entre las desembocaduras de los ríos Po y Piave.
Venecia goza de una fama legendaria por su amplio patrimonio artístico y largo historial como referencia de la pintura europea. La riqueza de los poderosos de la ciudad, la Iglesia, los políticos y ciertos comerciantes permitió mantener un prolongado patrocinio sobre pintores, arquitectos y demás artistas.
En Venecia se encuentra uno de los coliseos de ópera más famosos del mundo, el teatro de La Fenice, que literalmente significa "Ave Fénix" y hace honor a su nombre, habiendo surgido de sus cenizas tras repetidos incendios, el último a finales del siglo XX. Fue lugar de estreno de algunas de las más famosas piezas del repertorio, entre ellas varias de Verdi.

Tras un paseo por sus calles, en góndolas o vapporetos nos dirigimos a la Basílica de San Marcos donde se ofició una misa.
Es el primer templo católico de la ciudad y una obra maestra de la influencia bizantina. Fue quemada en un motín en el año 975 y reconstruido en el siglo XI por arquitectos y obreros de Constantinopla. En una de sus esquinas se encuentran los Tetrarcas que proceden de Constantinopla y son del siglo IV.




Pero la ciudad de Venecia es famosa en todo el mundo por sus canales que componen un gran entramado a modo de calles que parten del Gran Canal, que es como una gran avenida por donde discurren multitud de embarcaciones, grandes y pequeñas, siendo estas últimas las conocidas góndolas. Son muy útiles los transportes colectivos o vaporetos. En la parte antigua del centro los únicos medios de desplazamiento son las embarcaciones y el caminar. entre sus puentes, de los mcuhos que la cruza, el más famoso es el Puente de los Suspiros que une el Palacio Ducal con las Prisiones estatales.




A media tarde salíamos de Venecia con rumbo a la última ciudad italiana que visitaríamos Génova. Pero eso os lo contaré en el siguiente capítulo