lunes, 12 de abril de 2010

FAMILIA NUMEROSA

En esta entrada recojo lo que significa pertenecer a una familia numerosa, como la mía, que somos siete hermanos. Lo he recibido por correo electrónico y espero haceros reír por unos minutos.

¡Lo que yo hubiera dado por ser hija única!

Ya sé que hay gente que anda por ahí diciendo que es maravilloso criarse en una familia numerosa... ¡Hay que ser gilipollas...! Lo mejor es crecer siendo hijo/a único/a.

En el colegio, a un hijo único se le reconocía en seguida por dos cosas: la paz interior... y la ropa de su talla. ¡Que es muy humillante que le calculen a uno la edad por las rayas del dobladillo, como si fuera un alcornoque! yo nunca tuve un uniforme nuevo, siempre me pasaban los de mis hermanas.

Además, en una familia normal la infancia es un coñazo, porque normalmente los padres, te huelen el culo para ver si te has cagado, pero en una familia numerosa, como sois tantos, no se preocupan en mirar uno por uno a ver quién ha sido. En cuanto huelen algo, ¡tooooodos a la bañera! ¡Que mi casa parecía una piscifactoría!

Y todavía hay personas que dicen que en las familias numerosas todo son ventajas, además, si eres el pequeño/a es un chollo, porque cuando te llega la ropa del mayor, vas otra vez a la moda. En mi época, cuando hice la Comunión, el traje ya había pasado por mis tres hermanas mayores. Es que lo heredas todo. Y es muy duro ver a tu madre acercarse por la noche a la cama de tu hermano mayor y decirle:
- Cariño, quítate los calcetines, que se los van a dejar los Reyes a tu hermano pequeño.

Y eso si tienes hermanos, porque si lo que tienes son hermanas mayores, tú pides un Geyperman y te regalan una Barbie con el pelo cortado y una barba pintada. Que nada más verlo, vas todo preocupado a decirle a tu madre:
- Mira mamá, creo que mi Geyperman está echando caderas-.

Y luego está lo de la habitación. Lo nuestro no era una habitación, era un barracón militar. Había tantas camas que aquello parecía de todo menos un dormitorio. Mi madre nos organizaba por orden alfabético, como los libros y cuando quería sacar a uno, se iba a las literas:
- Pepe, Julio, Pili, Esperanza, Conchi, Mercedes, Miguel.........¡Huy...! ¿Y Miguel? ¡Cariño...! ¿Hemos prestado a Miguel? Y si uno de nosotros cogía las paperas, el sarampión o una buena gripe, el barracón pasaba a ser un hospital.

Pero lo peor era lo del baño. Había que hacer turnos de quince minutos. Y como siempre había dos o tres hermanos en la edad del pavo y no salían del baño ni a la de tres, para que no hubiera atascos mi madre tenía que poner orden todos los días.

Y en el colegio un infierno, porque cargas con la fama de tus hermanos mayores y si han sido unos macarras, la has jodido. Pero si han sido unos empollones, la has jodido más. Llegas allí, el primer día, y la profesora te dice:
- ¡Aaaaah...! Merceditas (no puedo aguantar que me llamen así) ¿Tú no serás hermana de Pilar?- Sí, .señora... sí.
- Pues tu hermana era un estudiante ejemplar, espero que sigas sus pasos...
Y tu piensas: "pues seguro, porque llevo sus calcetines...". Pero, además de la fama, de los hermanos mayores también vas heredando los libros. ¡Subrayados! que es una faena, porque como el primero subraye mal, suspende toda la familia. Aunque peor que eso es que tu hermano mayor se haya enamorado de Pepita, y tengas todo el libro lleno de corazones.
"Pepita, Pepita, Pepita". Lo tienes que arreglar de alguna forma. Así que pones en todos: "Pipeta". Y, claro, el que lo tiene chungo es el hermano siguiente, que tiene el libro lleno de corazones que ponen "Pipeta". !Y a ver cómo explica eso...!

Y ustedes dirán: "Bueno, hombre, lo de heredar los libros, chungo, pero, a cambio, también heredas los tebeos y otras revistas, pero siempre tienen los crucigramas ya hechos.
Luego hay listos que dicen: "Lo bueno de la familia numerosa es que puedes meter a la novia en casa y, entre tanta gente, nadie se entera". ¡Serán gilipollas...! ¿Y de qué te sirve meterla en casa, si luego no tienes dónde... meterla?

Y lo peor de todo son los telediarios. Estáis allí sentados los siete hermanos y, de repente, dicen: "Dos de cada siete jóvenes consumen drogas en fin de semana".
Y tu padre:
-¡Castigados todos, hasta que confiesen los dos!
"Cuatro de cada diez jóvenes pierden la virginidad antes de los 18"... Y tu madre:
- ¡Ah! ¡La canguro no vuelve por casa!
Bueno, me acuerdo un día que dijeron en la tele: "En España, uno de cada diez hijos es fruto de la infidelidad". ¡Y el más pequeño se llevó un bofetón...!

Pero lo bueno de haber nacido en el seno de una familia numerosa es tener muchos hermanos con los que jugar, a los que cuidar y con los que ser felices durante toda tu vida.

9 comentarios:

La gata Roma dijo...

Jajajaja yo no he tenido más que un hermano, pero me sobra vaya… Entre la diferencia de sexo y edad no pudo heredar mucha ropa, ni libros ni casi de nada así que no se quejará mucho…

Kisses

P.S. Yo también odio lo de Merceditas

sevillana dijo...

Pues yo gata Roma heredé libros, uniforme, ropa, etc soy la más pequeña de mis tres hermanas. Pero eso si, mi madre a la que se le daba muy bien la costura siempre nos hacía algún arreglito para que pareciera nuevo.
Besos

Jordi de Triana dijo...

En mi caso tento 6 hermanas y somos 7 hermanos. Te puedes imaginar el tema de la ropa y los dormitorios de la casa. Los 13 hermanos somos deportistas. Mi madre no paraba en todo el día. En mi caso no tengo ninguna queja, al contrario, añoro tan buenos momentos vividos y estoy deseando volver a juntarme con todos. Me llevo de maravillas con cada uno de ellos.

Un fuerte abrazo y viva la familia numerosa.

Calleferia dijo...

A mi en cambió me encanto ser familia numerosa. Y en el fondo seguro que a ti también. ¿O ya no te acuerdas de esas noches de guardia en Reyes cuando todos los hermanos intentaban estar despiertos para lograr ver a Sus Majestades?.

Aunque (y te vas a enfadar), nosotros éramos cuatro niños y una niña. Y siempre, siempre la que fastidiaba todo era la niña, pero siempre, siempre.

Un beso.

sevillana dijo...

Pues tu casa si que era un cuartel Jordi, me imagino que para hacer la comida y para lavar y planchar tu madre no pararía en todo el día, pobrecilla.
Pero al menos nos lo pasabamos bien con menos de lo que tenemos ahora.
Besos

Jajajajaja Calleferia ¿y por qué me iba a enfadar?.
Nosotros cuando vivíamos en la calle Caballerizas nos llevaban a ver la Cabalgata a la altura de la Florida y en un momento dado mi padre se despistaba e iba a casa y dejaba ya todos los regalos puestos.
Cuando llegábamos de ver la Cabalgata siempre nos decían que los pajes de Sus Majestades ya habían pasado por casa y así no esperábamos ansiosos toda la noche, aunque también hubo algunos años en que no nos los dieron hasta por la mañana y todos intentábamos no dormirnos pero el sueño era superior a nosotros. Y yo fui muy mala pues le dije a mi hermano pequeño quién eran los Reyes Magos.
Besitos

Calleferia dijo...

Es curioso. A nosotros también nos llevaban a verla por allí, siempre la veíamos en la esquina de la farmacia y si alguno nos perdíamos teníamos que quedarnos en la zapatería Diez Hermanos de la Puerta Carmona.
Mis abuelos vivían en la Calle Tintes (luego en la Florida) y los pajes nos dejaban sus regalos allí (también mientras pasaba la Cabalgata).
Besos.

sevillana dijo...

Seguro Calleferia que hemos estado hasta juntos viendo la Cabalgata, porque todos los años éramos los mismos los que estábamos en esa zona.
Y encima yo estuve en una Academia (creo recordar que era la Mercantil) en la calle vidrio.
Besos

Zinquirilla dijo...

Yo sólo tengo una hermana con la que me llevo 6 años, heredé algo de ropa pero los libros ya eran distintos (y cómo se quejaba mi padre de eso!)

Siempre eché de menos tener más hermanos y pese a las inconveniencias me parece más divertida una familia numerosa.

sevillana dijo...

Divertida y pasartelo bien eso si que si Zinquirilla siempre tenías con quien jugar y a quién hacer enfadar también.
Los inconvenientes eran los menos solo que si uno cogía la gripe todos íbamos detrás y la casa en vez de parecer una casa era un hospital.
Besitos