miércoles, 18 de febrero de 2009

CARTA A MAMA


Querida mamá:
Hoy hace dos años que me dejaste, nos dejaste, pero para mi aún sigue siendo muy dura tu marcha y hoy te quiero contar toda tu historia o al menos parte de ella, de esa historia que vivimos juntas.

Todo comenzó hace ya algunos años cuando te llevamos a un neurólogo amigo de mi hermano Miguel y tras varias pruebas realizadas y alguna que otra consulta nos informó que tenías ya un principio de alzheimer, esa maldita enfermedad.

A partir de ahí, nuestra vida cambió, la tuya y la mía y comenzamos con un tratamiento, que según decían era bastante efectivo y la verdad es que lo fue durante unos años, tan solo algún que otro despiste pero nada de importancia, tu seguías llevando la casa como siempre y todas las tardes te ponías con tu costura, lo que más te gustaba.

Pero todo no fue de color de rosa y llegó el día que tu organismo ya no aceptó por más tiempo ese tratamiento, se volvió en contra tuya y todo lo que comías lo vomitabas, radicalmente te lo tuvieron que suprimir.

- Ya no había nada que hacer, solo luchar para que los días, los meses o los años que te quedaran de vida, fueran llevados y vividos de la mejor manera posible - y para ello estaba yo para hacerlo realidad -.

Gracias al Asistente Social del Centro de Salud aprendí mucho sobre esta enfermedad, sus etapas, las buenas y las malas, y a saber como proceder ante cada una de ellas,
pero tu no llegastes ni siquiera a pasar por todas.

Primero fueron las alucinaciones, cuando te llevaba a la cama para acostarte me quedaba contigo y mirabas desde tu cama hacia la terraza y recuerdo que me decías que había unos hombres poniendo escaleras en el bloque de enfrente para entrar a robar, yo te contestaba que no había nadie y que en nuestra casa nunca entrarían teniendo a Zeus, tu perro, ese, que nunca se separó de ti; recuerdo también que hablabas con tu madre, a esa abuela que no conocí y me quedaba a tu lado hasta que el sueño por fin te rendía.

Después de esas noches vinieron las que pasé en vela sentada junto a ti en el salón, - era increíble como te podías pasar hasta 48 horas sin dormir - y cuando por fin te llevaba a la cama, te ponía una baranda para que no te levantaras sola, así al menos te oía, pero te daba igual ¿lo recuerdas? la quitabas y ya de nuevo a empezar. En esa época tuve que pedir una excedencia en el trabajo para estar contigo las 24 horas del día hasta que encontrara a alguna persona que me sustituyera y estuviera contigo mientras yo cumplía con mi jornada laboral.

¡Qué de caídas no distes! y gracias a Dios que nunca te pasó nada grave. Hoy recuerdo la peor de todas, aquella que caíste y te distes en la frente con el rail metálico de la puerta de la terraza, me temblaron las piernas, pensé que te habías abierto la cabeza con aquel golpe y cuando por fin te pude levantar comprobé que tan solo tenías una pequeña herida en la frente y que ya te estaba saliendo un gran chichón.
Recuerdo también esa etapa en la que me llamabas y me decías: - ven, acercarte que te quiero dar un besito - y con paso lento me acercaba a ti, ya sabía que no era un beso lo que me darías sino un cachete y si lo conseguías te reias.


Por las mañanas mientras tu dormías yo me dedicaba a ir a los diferentes organismos de la Seguridad Social para intentar conseguir todas las ayudas posibles, pero, - no son tantas ni tan fáciles de conseguir como dicen - y lo primero era, lo más importante en esos momentos los pañales, aunque ya había comprado una caja grande en la farmacia, pero resultaban demasiados caros y si la Seguridad Social te los pasaba ¿por qué iba a dejar de pedirlos?
Unos meses después, cuando ya dejaste de comer alimentos sólidos tuve que pasar un nomtón de horas en el Hospital para conseguir que te recetarán la comida hospitalaria (batidos y papillas), las cremas para que tu cuerpo no se picara, ya que pasabas gran parte del día de la cama a un sillón y del sillón a la cama y lo más fácil de conseguir de todo, fue la silla de ruedas para poder desplazarte de un lugar a otro.

¿Te acuerdas cuando te arreglaba y te llevaba en tu silla de ruedas a dar un paseo? Te gustaba ver los jardines que hay en casa, las flores y cuando alguién nos paraba para hablar con nosotras, tu le decías - me voy que tengo prisa - y yo tenía que aguantar la risa.

Poco después te fuiste olvidando de quienes éramos y algunos días me preguntabas mirando a mi padre -¿ese hombre quién es, que lleva todo el día ahí sentado?- yo te contestaba que era tu marido, lo mirabas con una expresión un tanto rara y me decías que tu nunca te habías casado y las dos nos reíamos. Eso si, la risa nunca la perdiste y yo te contaba mil y una tontería, y como un niño pequeño, tú te reías y me decías -que niña más loca tengo -.

Sé, que de mi nunca te olvidaste, será porque estuve hasta el último momento a tu lado, te hablaba y te contaba mil y una cosas, te hacía reír, te daba de comer como a un bebé, te bañaba y muchas noches dormía contigo.

Poco a poco te fuiste consumiendo pero lo peor para mi, fue cuando dejaste de hablar, - ese silencio fue lo más duro de llevar día a día -, esa mirada perdida, ya no sabía lo que querías ni lo que pasaba por tu cabeza en esos momentos.

Todo iba demasiado deprisa y llegó la peor noche de mi vida, te pusiste bastante mal y llamé a los servicios de urgencias. Cuando llegaron tú estabas en la cama, te entubaron y ya no reaccionaste, habías entrado en coma y me comunicaron que te quedaban como mucho dos horas de vida, que no merecía ya la pena trasladarte al hospital en donde estarías sola, ya no había nada más que hacer, tan solo esperar.
Y para que no sufrieras nada te pusieron dos dosis de morfina; a las dos horas justas, ellos volvieron.
En esos momentos tuve que efectuar las seis llamadas telefónicas más amargas y duras que jamás haya realizado a mis hermanos pronunciando tan solo unas palabras
- veniros para acá, mamá se está muriendo -.

Un minuto antes de tu marcha, Zeus se puso como un loco a ladrar y a querer salir de la habitación en donde se encontraba, esa fue la señal inequívoca de tu marcha, dejastes de respirar, de sentir, de vivir.


Cumplimos con tu palabra, te incineramos y llevamos tus cenizas al laito de la Marisma muy cerquita de tu Virgen del Rocío, en donde reposas eternamente.



A partir de ese día, papá me decía cuando se levantaba por la mañana que habías estado a su lado hablando con él y yo le contestaba que era un sueño que creyó ser realidad y que mamá ya no estaba con nosotros. Pero llegó una noche en la cual me tuve que ir a dormir al salón, (sería ahora muy largo explicar el por qué de ello), y Zeus me acompañaba.
De pronto en mitad de la noche Zeus se puso muy nervioso, comenzó a llorar y sus lamentos me despertaron y entonces vi lo que sucedía. En el pasillo había una claridad como nunca he visto, todas las puertas que dan a él estaban cerradas y entonces comprendí que eras tú, venías solo a despedirte ya que no lo pudiste hacer en vida.
Desde aquél día papá dejó de verte en la noche, de escucharte, te habías ido definitivamente.

Hoy, ya han pasado dos años de tu marcha y cuando papá ya duerme y en el silencio de la noche, yo aún mamá, te sigo llorando.

Te quiero mamá

27 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

Aquí me has dejado con los pelos de punta, que historia más conmovedora, la historia de tu vida, gracias por compatirla espero que con eso se te haga la carga más llevadera.

Besos

ANTONIO SIERRA ESCOBAR dijo...

precioso, que Dios te bendiga. Un beso muy fuerte.

Zinquirilla dijo...

Un post muy conmovedor, que cuentas con toda la sencillez de lo que has vivido. Recibe un fuerte abrazo.

Unknown dijo...

Estas cosas son durísimas, y mas aún cuando las vives en el día a día y ves como esa persona querida va consumiéndose poco a poco. Mi abuelo también pasó por esa terrible enfermedad y se me encoje el corazón de solo recordarlo...

Un fuerte beso Mercedes.

Helena de Troya dijo...

Acabo de leer tu entrada y me he tenido que aguantar las lágrimas porque estoy en el trabajo...Yo tambien perdí a alguien. Algún día, si reúno el corage que tú has tenido, lo contaré.
Gracias por compartir lo que has tenido que pasar, imagino que te habrá costado o no, tal vez y seguro te habrá ayudado tambien.
Besitos,
Helena

Antonio dijo...

La historia dice mucho del amor de unos hijos, de la familia. Felicidades.

Juanma dijo...

Sí, yo también digo que Dios te bendiga. Aquí estoy, casi llorando con tu relato y emocionado. Pero bueno, recreo en mi cabeza esa sonrisa que dices que nunca perdió tu madre, miro la foto y veo lo guapa que es...y me siento más reconfortado.
Descanse en paz tu bendita madre.

Besos.

cristal dijo...

He entrado en tu blog al ver que se trataba de una carta a tu madre fallecida. Mi madre nos dejó hace ya diez años y sigo extrañándola. Me ha llamado la atención porque mi última entrada habla también de mi madre y su dolorosa muerte. Tu relato me ha sobrecogido, pues tu experiencia me ha parecido durísima, desde mi dolor comprendo de modo muy especial el tuyo. Un abrazo fuerte y solidario.

Fernando G. Haldón dijo...

¿Me dejas que te dé un abrazo?...Yo me consuelo sabiendo que llevo sangre de mi madre por las venas...

sevillana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
sevillana dijo...

Hasta hoy querido Juan no he sido capaz de escribir en mi blog nada de ella, algo en mi interior me lo inpedía y sé que todo no está dicho.
Besos

Natural de Sevilla solo gracias, un beso para ti

Ya lo he dicho en varias ocasiones Zinquirilla no soy escritora y lo que escribi es lo que siento.
Un beso grandote para ti

Du Guesclin lo mio fueron días enteros y es increible como de un día a otro pueden cambiar tanto, de andar a no saber ni poner los pies en el suelo, de oirla hablar a solo oir su silencio, es una enfermedad muy dura
Muchos besos

No sabes Helena de Troya el trabajo que me ha costado hacer esta entrada, desde que tengo el blog quise hacerle una, pero nunca me atrevía, me venía abajo nada mas recordarlo, y aunque parezco fuerte no lo soy, pero hoy he reunido ese corage, esa fuerza y ahí está. La verdad es que no me ha ayudado nada el hacerla, he revivido muchos momentos que creía haber olvidado.
Gracias por tu visita, esta será siempre tu casa. Un beso

Una vez, El callejón de los negros el Asistente Social me habló de unas residencias para estas personas, yo aún no sabía lo que me tocaría vivir, pero me negué en rotundo que saliera de casa y hoy por hoy no me arrepiento de ello. Saludos

Mi querido Juanma cuantas veces no se me habrán saltado a mi las lágrimas leyéndote. La fotografía tiene muchos años pero siempre me ha gustado y la verdad es que era guapa.
Un beso enorme para ti

Acabo de leer la entrada de la que me hablas Cristal y me ha conmovido la decisión tomada por tu mamá, que gran fuerza tuvo que tener para optar por ella.
Vuelve cuando quieras, las puertas siempre están abiertas.
Un beso muy fuerte para ti

Y tu Fernando, ¿me prestas tu hombro para llorar? Hoy me consuelo con su recuerdo y viendo una estrella que está todas las noches frente a mi ventana. Ella está ahí.
Besos

aiNOha dijo...

Yo voy a serte sincera y esque no he podido contener las lágrimas.

Desgraciadamente querida amiga se lo dura que es esa enfermedad y se lo que se pasa cuidando a una persona que la sufre. He vivido todo lo que has vivido y no sabes cuánto te entiendo :(

Una carta preciosa. Te mando un beso y un abrazo enorme

sevillana dijo...

Querida aiNOha seguro que tu has sabido entender todas mis palabras y haber leído entre líneas lo que no está escrito
Un beso enorme para ti

Verdial dijo...

Deja que te un fortícimo abrazo.

sevillana dijo...

Gracias verdial de vez en cuando se necesita un beso, una palabra amable o un abrazo de un ser querido y el tuyo lo recojo con todo mi cariño.
Un beso muy fuerte para ti

teresa dijo...

Querida amiga, por desgracia, lo que cuentas, lo estoy viviendo con mi abuela a la que adoro, tu relato es conmovedor, hasta el punto que no he podido evitar alguna que otra lagrimilla y eso sí, el escalofrío del final rotundo. Un besazo.
Todas estas personas tan importantes en nuestras vidas, siguen viviendo dentro de nosotros.

sevillana dijo...

Yo no sé teresa sobre otras enfermedades como lo llevarán los familiares, pero el alzheimer es muy duro de llevar y sobre todo para la persona que lo cuida. Pero, que te voy a contar a ti si lo estás viviendo día a día con tu abuelita.
Mucha suerte y un beso grandote

María_azahar dijo...

Mi querida amiga, tenías tela de razón cuando me dijiste que me ibas a emocionar. Realmente es una carta preciosa y me ha traído muchos recuerdos tristes y, a la vez, bonitos a mí también. Eres sencillamente genial. Me ha encantado.

Un besazo enorme.

PD: Disculpa mi ausencia y retraso pero llevo un mes preparando cosas all'italiana y no tengo tiempo de ná' je je.

El Pasmo de Triana dijo...

Gracias a ti, sevillana, por dejarnos entrar en tu vida con textos como este. No dejes el blog, es de los mejores (sin ojana).

Un beso enorme y cuídate mucho.

Fdo: Juan Belmonte, matador de toros.

sevillana dijo...

Querida Charo no era mi intención recordarte momentos pasados, pero la vida es asi.
No te olvides de llamarme antes de tu marcha.
Muchos besitos

El Pasmo de Triana intentaré al menos sacar un poquito de tiempo para leeros y con que buenos ojos me miras o mejor dicho miras mi blog, si te das una vuelta por la blogosfera hay blogs increiblemente buenos y bellos. Gracias por tus palabras.
Un beso

Unknown dijo...

Increible, de repente he revivido esta historia... mi abuela tuvo alzheimer... ahora sé que yo tampoco soñaba cuando un día mientras estaba en la cama, se sentó y mi acariciaba diciendo que todo saldría bien... y así fue, todo salió bien. Me has emocionado y me has hecho llorar... Gracias

Unknown dijo...

Bueno, aclarar que estaba dormida y que sí que fue un sueño, aunque yo siento que hubo algo más... no sé... tal vez eso me da esperanza

sevillana dijo...

Yo E.Maria esa noche no soñaba, me despertó el llanto de mi perro y su nerviosismo y sé que sucedió de verdad. Me hubiera gustado haberla visto una vez más pero se fue, se fue para siempre.
Besos

Yoli dijo...

Hola Sevillana, me ha parecido bellísima esta entrada, dedicada a la mujer de tu vida...
Que pena que se vayan las personas queridas pero desde hace unos años creo que con nosotros se queda su alma...
A mi también se me fue un ser muy querido, y a pesar de no creer en la otra vida y todo eso... Desde ese día algo cambió... Él lo pasó muy mal los últimos años y cuando le llegó el día, pareció que él hubiese elegido el momento... Se desencadenaron una serie de circunstancias que me lo hicieron creer... No se como pero impidió que consiguiéramos salvarlo... Quería irse y dejar de hacernos sufrir...
Besos y te seguiré leyendo.

sevillana dijo...

Gracias por tus palabras Yoli la pérdida de un ser querido nos deja una profunda huella muy dificil, en algunos casos, de superar.
Besitos

Anónimo dijo...

Vaya, blogueando por ahí, me encontrado con esta carta.
Y que decir, pues se me ha nublado la vista. Sabes “Sevillana”, yo he tenido mas suerte que tú, pues el recuerdo que me queda de ella es su risa, no sonrisa, sino esa risa contagiosa.
Recuerdo las tardes de costura, siempre tenia algo que coser, sobretodo sus faldas, su cuerpo iba menguando.
Sabes “Sevillana”, alguien me dijo un día, también triste para mí, “que lo único que nos queda de las personas que queremos y que se van, es que siempre viven en el corazón de la gente que los quieren”. Así que por lo menos que sepas que en mi corazón sigue viviendo y seguro que en mas corazones de los que tu imaginas.
Un beso Chele

Unknown dijo...

ME ENCANTO TU HISTORIA , ALGO PARECIDO A LO K YO VIVI HACE 1 MES DI HASTA LO ULTIMO X ESTAR CON ELLA,, NOS REIAMOS TB SE OLVIDO DE TODOS PERO NUNKA DE MI HASTA UN DIA ANTES DE PARTIR YA ESTABA EN COMA CON OXIGENO LE DIJE Q LA KERIA Y ELLA KERIENDOME COMO HABLAR ME PUSE A LLORAR DICIENDOKE Q YA IBA A DESCNSAR PERO NUNKA LE DIJE Q TENIA CANCER Y LE KEDABA POKO TIEMPO DE VIDA,, NO KERI HACERLE SUFRIR MAS APART DE ESE DOLOR Q TENIA EN EL ALMA Y CUERPO,, AUN LA EXTRAÑO CREO Q MAS Q NUNKA ,LA FALTA Q ME HACE HABKAR CON ELLA Q ME ACONSEJE Q ME REGAÑE Q NOS RIAMOS Q VAYAMOS A PASEAR ,, Q HAGAMOS LO K MAS NOS GUSTABA JUNTAS,,,