MI COMPAÑERO ZEUS

Mi compañero llegó a casa el 23 de septiembre de 2004 y se instaló en mi vida sin permiso, sin darme cuenta de ello y desde entonces es y será mi compañero en los buenos y malos momentos de mi vida.

Cuando vuelvo del trabajo, da igual la hora de la madrugada que sea, siempre sale a recibirme con esos ojitos casi cerrados por el sueño, pero él está ahí.
Hace ya tiempo, cuando mi madre tenía su enfermedad un tanto avanzada se pasaba las horas a su lado, había veces que no quería ni salir a la calle; ella inconscientemente le daba tirones de su pelo y él nunca se quejó, nunca se revolvió contra ella, al contrario, se acercaba más y le daba lametones en sus frágiles manos.

Un minuto antes de su muerte se puso como loco, nunca le había escuchado ladrar de esa manera y de la fuerza que sacó por intentar salir de la habitación en donde se encontraba, todavía hoy quedan las marcas en la puerta de lo que hizo por salir.
Estuvo bastantes días un tanto triste, sin comer, sin hacer ninguna de las suyas, sentado en la puerta del dormitorio donde falleció mi madre, pero poco a poco ha ido cambiando, ahora ya es el mismo de antes.

Algunas veces he de castigarle pues se porta mal, pero al final vuelve con la cabeza gacha como pidiendo su perdón por lo sucedido; es mi sombra allí donde voy, duerme, con lo grandote que es, debajo de mi cama, pero al final él es el que me hace reir, me hace llorar y me hace sentirme viva.

Pero hay algo que aún no entiendo, como en nuestra sociedad aún hay personas que los maltratan, los dejan abandonados en la cuneta de alguna carretera perdida, los apalean y hasta los matan sin ningún motivo, ¿alguién me lo podría explicar?

Como decía un anuncio que vi una vez en la television "EL NUNCA LO HARÍA".